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La electricidad estática en los uniformes médicos es una molestia común, especialmente en ambientes secos o con aire acondicionado constante. Además de resultar incómoda, puede hacer que la ropa se adhiera al cuerpo, atraiga pelusa o se sienta incómoda durante la jornada laboral. Afortunadamente, este problema no suele estar relacionado con la calidad del uniforme, sino con factores de uso, lavado y entorno que pueden corregirse fácilmente.
La electricidad estática aparece cuando existe fricción entre tejidos en un ambiente con poca humedad. Muchos uniformes médicos se usan durante largas horas, se combinan con ropa interior o capas adicionales y se mueven constantemente, lo que favorece la acumulación de carga eléctrica. Además, los espacios climatizados y los procesos de secado inadecuados intensifican este efecto.
Usar más detergente del necesario deja residuos en la tela, lo que aumenta la fricción entre fibras. Utilizar la cantidad adecuada ayuda a que la prenda se enjuague mejor y reduzca la estática.
El secado excesivo, especialmente en secadora, elimina la humedad natural del tejido. Un ligero nivel de humedad ayuda a prevenir la acumulación de electricidad estática.
Los restos de jabón favorecen la rigidez de la tela y aumentan la fricción. Un enjuague correcto deja las fibras más suaves y menos propensas a electrificarse.
Las prendas interiores de fibras suaves ayudan a reducir la fricción directa con el uniforme. Esto es especialmente útil en turnos largos o en climas secos.
En ambientes muy secos, aumentar un poco la humedad del espacio puede reducir notablemente la electricidad estática, mejorando la sensación al vestir el uniforme.
Ponerte o quitarte el uniforme con movimientos suaves reduce la acumulación repentina de carga eléctrica.
Si notas que el uniforme se electrifica durante el día, colgarlo en un lugar ventilado por unos minutos puede ayudar. También es útil alisar la tela con las manos ligeramente humede
Evitar que los uniformes se electrifiquen no requiere cambios drásticos ni productos especiales. Ajustar los hábitos de lavado, secado y uso diario suele ser suficiente para mejorar notablemente la comodidad. Un uniforme que se siente natural y cómodo permite concentrarse en el trabajo sin distracciones innecesarias.